Sirva el vino en el cáliz adecuado
El mundo del vino no ha estado parado en los últimos años. Las antiguas reglas parecen no ser ya válidas: nuevas regiones de vino desbancan a los antiguos gigantes, BIO es la nueva distinción y cocineros con estrellas sirven vino tinto con el pescado. No obstante, para escoger las copas de vino la tabla del tres sigue sirviendo como orientación segura. Si el nombre no lo desvela antes (la copa de Burdeos no deja lugar a dudas), se debe uno orientar por el buqué. Los vinos con un buqué complejo, especialmente los tintos, precisan de una copa grande de amplio cáliz. Su gran superficie permite que el vino airee bien y, así, los aromas se desplieguen. Cuanto más complejo sea el buqué, mayor deberá ser el cáliz de la copa de vino. La copa de Borgoña está pensada para vinos con mucho cuerpo.
Tenemos en cuenta todos los gustos
Pero las copas de vino de Villeroy & Boch no solo se guían por el sabor del vino. Sus preferencias personales son igual de importantes para nosotros a la hora de escoger la copa de vino correcta. Por eso le ofrecemos copas de vino en diferentes estilos, que combinan sin problema con nuestros servicios de porcelana. Escoja las relucientes copas de cristal transparente o añada unos toques de color que contrasten con la vajilla de blanco resplandeciente. Con los delicados adornos logrará hábilmente un agradable aire country en la mesa; con los diseños puristas el toque moderno estará como en casa. Porque, como le podrá confirmar cualquier sumiller, el vino sabe mucho mejor en una bonita copa.
El arte no sale de la línea de montaje
Para garantizar que junto a los platos de porcelana inmaculados solo brille el cristal más precioso, las copas de vino de Villeroy & Boch se fabrican con el mayor esmero. En muchas copas se aúnan los conocimientos de los sumillers y los cristaleros para obtener un resultado perfecto. Por esta razón apostamos por las técnicas de producción más modernas, sin perder jamás de vista la artesanía tradicional. Así, aún hoy en día se soplan a mano algunas copas de colecciones selectas. El último toque en el acabado final lo aporta, dependiendo del diseño, el fino grabado, el chorro de arena o el pulido. Nuestras copas de vino y nuestros decantadores se fabrican en su mayor parte en Alemania y otros países de la Unión Europea.
La calidad siempre está de moda
En cuanto al vino en sí, no sabrá hasta descorcharlo si le conquistará. Cada copa de vino de diseño de Villeroy & Boch muestra ya su gran valor mucho antes de estrenarla. El largo y estrecho tallo, que se vuelve paulatinamente un cáliz de elgante forma, es un rasgo claro de la máxima calidad. Igual de importantes son las delgadas y uniformes paredes de cristal, que desvelan al primer vistazo el talento y la sensibilidad del cristalero y al primer roce la temperatura del vino. El borde suave y redondeado hace que el vino fluya directo al paladar. Funcionalidad y estética unidas en cada copa: es la filosofía de Villeroy & Boch.