Una cafetera French Press, más conocida como cafetera de émbolo, cafetera francesa o prensa francesa, es una jarra para preparar café. Los posos de café que se generan en el proceso se presionan hacia abajo utilizando el émbolo con filtro incorporado a la tapa de la French Press. A diferencia de la preparación con filtro de papel, este método de preparación conserva los aceites esenciales del café, que llegan hasta la taza, por lo que mantiene un aroma mucho más rico e intenso que el café de filtro. Se trata de un proceso conocido como «proceso de inmersión» y no de tipo «por goteo», es decir, vertiendo agua caliente a mano sobre el café molido.
Descubra a continuación cómo se estructura una French Press y qué diferencias y similitudes hay entre los diferentes modelos. Puede escoger entre los modelos clásicos de cristal (de seguridad), metal o de otros materiales, todos ellos basados en el mismo principio de una jarra con émbolo.
El proceso para preparar el café no solo repercute en el sabor del café terminado, que en la French Press, debido a la mayor proporción de aceites aromáticos, es notablemente más intenso y si se deja infusionando más tiempo va aumentando el grado de potencia hasta llegar al amargor. También por este motivo es recomendable que siga con la máxima precisión posible nuestra guía paso a paso, que le presentamos en este artículo.
A continuación, responderemos a algunas preguntas frecuentes sobre la French Press, le presentaremos claramente las ventajas y los inconvenientes de este tipo de cafetera y, para finalizar, le haremos una breve introducción a la historia de las cafeteras de émbolo.
Descubra a continuación cómo se estructura una French Press y qué diferencias y similitudes hay entre los diferentes modelos. Puede escoger entre los modelos clásicos de cristal (de seguridad), metal o de otros materiales, todos ellos basados en el mismo principio de una jarra con émbolo.
El proceso para preparar el café no solo repercute en el sabor del café terminado, que en la French Press, debido a la mayor proporción de aceites aromáticos, es notablemente más intenso y si se deja infusionando más tiempo va aumentando el grado de potencia hasta llegar al amargor. También por este motivo es recomendable que siga con la máxima precisión posible nuestra guía paso a paso, que le presentamos en este artículo.
A continuación, responderemos a algunas preguntas frecuentes sobre la French Press, le presentaremos claramente las ventajas y los inconvenientes de este tipo de cafetera y, para finalizar, le haremos una breve introducción a la historia de las cafeteras de émbolo.
Realmente no se sabe a ciencia cierta quién inventó la French Press. Lo único que se considera cierto es que fue un francés. Parece ser que, en la primera mitad del siglo XIX, este francés olvidó en algún momento llevar el café a ebullición junto con el agua, lo que era la práctica habitual en aquella época. Según la leyenda, parece que fue demasiado vago como para volver a hacer hervir el agua y simplemente la vertió sobre el café molido y luego pasó la mezcla por un filtro para obtener su café.
Lo que sí sabemos con seguridad, es que fue el diseñador italiano Attilio Calimani el primero en patentar la cafetera de émbolo después de haber realizado varias mejoras técnicas.
Aunque existen claras diferencias en cuanto al diseño y el volumen, una French Press siempre se compone de los mismos elementos:
Una jarra para el café, por lo general de cristal, si bien también hay modelos de acero inoxidable o de otros materiales. Las jarras de cristal suelen contar con un soporte de plástico o acero inoxidable que permite coger la jarra con seguridad.
La tapa, unida a un sistema de prensado redondo.
El sistema de prensado cuenta con un amplio filtro metálico que puede presionarse hacia abajo manualmente. Este separa los posos de café del café listo para beber y, si bien no lo detiene por completo, ralentiza el proceso de infusionado.
Realmente no se sabe a ciencia cierta quién inventó la French Press. Lo único que se considera cierto es que fue un francés. Parece ser que, en la primera mitad del siglo XIX, este francés olvidó en algún momento llevar el café a ebullición junto con el agua, lo que era la práctica habitual en aquella época. Según la leyenda, parece que fue demasiado vago como para volver a hacer hervir el agua y simplemente la vertió sobre el café molido y luego pasó la mezcla por un filtro para obtener su café.
Lo que sí sabemos con seguridad, es que fue el diseñador italiano Attilio Calimani el primero en patentar la cafetera de émbolo después de haber realizado varias mejoras técnicas.
Aunque existen claras diferencias en cuanto al diseño y el volumen, una French Press siempre se compone de los mismos elementos:
Una jarra para el café, por lo general de cristal, si bien también hay modelos de acero inoxidable o de otros materiales. Las jarras de cristal suelen contar con un soporte de plástico o acero inoxidable que permite coger la jarra con seguridad.
La tapa, unida a un sistema de prensado redondo.
El sistema de prensado cuenta con un amplio filtro metálico que puede presionarse hacia abajo manualmente. Este separa los posos de café del café listo para beber y, si bien no lo detiene por completo, ralentiza el proceso de infusionado.
Aunque la estructura básica de las jarras de café es similar, en el mercado hay una gran oferta de modelos y diseños diferentes. La variante clásica de cristal y con un soporte de plástico o acero inoxidable es atractiva, funcional y resulta perfecta tanto para personas muy cafeteras como para consumidores ocasionales o invitados. Está disponible en diferentes tamaños, para personas que viven solas o para grandes familias.
Una cafetera de loza o cerámica es ideal para servir el café, aunque en ella solo podrá ver el café desde arriba. Por ello, deberá respetar estrictamente los tiempos de reposo y luego podría ser recomendable pasar el café ya preparado a una jarra para servir.
Si disfruta del café y lo bebe en grandes cantidades, una French Press de doble pared es una buena alternativa, ya que mantiene el café caliente durante más tiempo. No obstante, debería tener en cuenta que si el café molido permanece en contacto con el agua durante más tiempo, el resultado será un café más potente e intenso.
Aunque la estructura básica de las jarras de café es similar, en el mercado hay una gran oferta de modelos y diseños diferentes. La variante clásica de cristal y con un soporte de plástico o acero inoxidable es atractiva, funcional y resulta perfecta tanto para personas muy cafeteras como para consumidores ocasionales o invitados. Está disponible en diferentes tamaños, para personas que viven solas o para grandes familias.
Una cafetera de loza o cerámica es ideal para servir el café, aunque en ella solo podrá ver el café desde arriba. Por ello, deberá respetar estrictamente los tiempos de reposo y luego podría ser recomendable pasar el café ya preparado a una jarra para servir.
Si disfruta del café y lo bebe en grandes cantidades, una French Press de doble pared es una buena alternativa, ya que mantiene el café caliente durante más tiempo. No obstante, debería tener en cuenta que si el café molido permanece en contacto con el agua durante más tiempo, el resultado será un café más potente e intenso.
El tiempo ideal es de 4 minutos, a más tardar entonces debería interrumpir el proceso de infusionado y pasar el café preparado a una taza o, en caso de cantidades mayores, a una jarra para el café.
Para un litro de café, debería poner en la jarra entre 60 g y 65 g de café con un molido medio.
Los posos de café son un residuo orgánico, así que lo mejor es tirarlos al compostero o a la basura orgánica. También puede reutilizarlos mezclando los posos (una vez fríos) con tierra para sus plantas de maceta grande.
La cantidad de café molido necesaria para una taza de café preparado depende del tamaño de la taza. Si parte de que hacen falta entre 60 g y 65 g de café para un litro de agua, puede calcular fácilmente la cantidad exacta de café molido que necesita para su taza favorita.
La cafetera French Press proporciona un método moderno, rápido y fiable para preparar un aromático café. Ese es uno de los motivos por el que cada vez más personas se decantan por una cafetera de émbolo a la hora de prepararse el café.
Si no está seguro de si la cafetera tipo French Press es adecuada para usted, hemos recopilado aquí las ventajas y los inconvenientes de esta forma de preparación:
• Manejo sencillo, solo hay que introducir café molido,
verter agua y esperar brevemente.
• Solo necesita agua caliente y funciona
de manera independiente, sin electricidad.
• No deja residuos como filtros de papel,
cápsulas ni similares, lo que reduce los
costes y preserva el medio ambiente.
• Fácil de limpiar, no hace falta detergente
ni descalcificadores agresivos, basta con agua
limpia caliente.
• El filtro de metal es más grueso que, por ejemplo,
un filtro de papel. Por eso pueden terminar restos de
café molido en el café que va a beberse.
• En la French Press, el café molido puede seguir
infusionando en el agua después de bajar el
émbolo si no interrumpe el proceso
cambiando el café de recipiente.
• Las jarras de la French Press son de cristal y, por lo tanto —como todos
los productos de cristal—, son frágiles.
El tiempo ideal es de 4 minutos, a más tardar entonces debería interrumpir el proceso de infusionado y pasar el café preparado a una taza o, en caso de cantidades mayores, a una jarra para el café.
Para un litro de café, debería poner en la jarra entre 60 g y 65 g de café con un molido medio.
Los posos de café son un residuo orgánico, así que lo mejor es tirarlos al compostero o a la basura orgánica. También puede reutilizarlos mezclando los posos (una vez fríos) con tierra para sus plantas de maceta grande.
La cantidad de café molido necesaria para una taza de café preparado depende del tamaño de la taza. Si parte de que hacen falta entre 60 g y 65 g de café para un litro de agua, puede calcular fácilmente la cantidad exacta de café molido que necesita para su taza favorita.
La cafetera French Press proporciona un método moderno, rápido y fiable para preparar un aromático café. Ese es uno de los motivos por el que cada vez más personas se decantan por una cafetera de émbolo a la hora de prepararse el café.
Si no está seguro de si la cafetera tipo French Press es adecuada para usted, hemos recopilado aquí las ventajas y los inconvenientes de esta forma de preparación:
• Manejo sencillo, solo hay que introducir café molido, verter agua
y esperar brevemente.
• Solo necesita agua caliente y funciona de manera independiente, sin electricidad.
• No deja residuos como filtros de papel, cápsulas ni similares,
lo que reduce los costes y preserva el medio ambiente.
• Fácil de limpiar, no hace falta detergente ni descalcificadores
agresivos, basta con agua limpia caliente.
• El filtro de metal es más grueso que, por ejemplo, un filtro de papel.
Por eso pueden terminar restos de café molido en el café
que va a beberse.
• En la French Press, el café molido puede seguir infusionando en el agua
después de bajar el émbolo si no interrumpe el
proceso cambiando el café de recipiente.
• Las jarras de la French Press son de cristal y, por lo tanto —como todos los productos de cristal—,
son frágiles.
Preparar el café con una cafetera French Press es un juego de niños:
1. Para obtener un resultado óptimo, es recomendable moler personalmente el café antes de prepararlo, preferiblemente con un molinillo eléctrico que tenga un mecanismo de cuchillas o de muelas de alta calidad. Ajuste el molinillo a un grado de molienda medio, el resultado final debería ser un grano algo más grueso que para el café de filtro.
2. Para un litro de agua se recomienda utilizar entre 60 g y 65 g de café molido, que introducirá directamente en la cafetera de émbolo vacía.
3. Lleve el agua a ebullición y espere unos 30 segundos antes de introducirla en la French Press. De esta forma, el agua bajará a los 96 °C, que es la temperatura ideal para conservar el aroma. Vierta rápidamente el agua casi hirviendo en la jarra.
4. Inmediatamente después, remueva con fuerza utilizando una cuchara de mango largo de forma que el café molido se distribuya por completo en el agua. A continuación, ponga la tapa de la French Press y presione ligeramente el émbolo para que el café molido se mezcle bien con el agua.
5. No pierda de vista el reloj de la cocina, porque después de 3,5 minutos deberá volver a remover y retirar la espuma. Luego presione el émbolo lentamente y de manera uniforme hasta que llegue abajo.
6. Ya tiene un perfecto café French Press listo para ser disfrutado de inmediato. Ahora lo mejor es verter el café en una cafetera o en un termo previamente calentado para preservar su aroma y evitar que el café siga infusionando en la French Press y adquiera un sabor amargo.
Preparar el café con una cafetera French Press es un juego de niños:
1. Para obtener un resultado óptimo, es recomendable moler personalmente el café antes de prepararlo, preferiblemente con un molinillo eléctrico
que tenga un mecanismo de cuchillas o de muelas de alta calidad. Ajuste el molinillo a un grado de molienda medio, el resultado final
debería ser un grano algo más grueso que para el café de filtro.
2. Para un litro de agua se recomienda utilizar entre 60 g y 65 g de café molido, que introducirá directamente en la
cafetera de émbolo vacía.
3. Lleve el agua a ebullición y espere unos 30 segundos antes de introducirla en la French Press. De esta forma, el agua
bajará a los 96 °C, que es la temperatura ideal para conservar el aroma. Vierta rápidamente el agua casi hirviendo
en la jarra.
4. Inmediatamente después, remueva con fuerza utilizando una cuchara de mango largo de forma que el café molido se distribuya por completo en el agua.
A continuación, ponga la tapa de la French Press y presione ligeramente el émbolo para que el café molido se mezcle bien
con el agua.
5. No pierda de vista el reloj de la cocina, porque después de 3,5 minutos deberá volver a remover y retirar la espuma. Luego presione
el émbolo lentamente y de manera uniforme hasta que llegue abajo.
6. Ya tiene un perfecto café French Press listo para ser disfrutado de inmediato. Ahora lo mejor es verter el café en una
cafetera o en un termo previamente calentado para preservar su aroma y evitar que el café siga infusionando en la French Press y adquiera un sabor amargo.