Una presentación cuidada hasta el plato final
No importa cuántos platos tuviera el menú: para un poco de crema catalana o una pequeña porción de panna cotta con coulis de frambuesa siempre hay hueco en el estómago. Para que también los platos dulces se puedan servir con estilo antes del café, las variadas colecciones de Villeroy & Boch incluyen cuencos de postre y boles en distintos diseños. Los postres de apariencia sencilla, como el yogur natural o el sorbete de limón, resultarán más apetecibles gracias al contraste con un cuenco de postre de color realizado en cristal. Escoja el cuenco de postre adecuado para cada ocasión de nuestro surtido variado y diverso, y con su propia creatividad le dará al postre el toque especial para que el menú salga redondo.
Hecho a su gusto
Por supuesto, escogerá en primer lugar los cuencos a juego con su vajilla de porcelana. No obstante, precisamente con los cuencos de postre conviene tener en cuenta sobre todo la forma adecuada para los diferentes postres. Si desea presentar a los comensales un tiramisú casero considerable, necesitará una fuente o molde de gran tamaño para el plato y cuencos relativamente bajos para las porciones individuales. Si, por el contrario, prefiere deleitar a sus invitados con helado o arroz con leche y canela, lo indicado son cuencos de postre más hondos. Al elegir los cubiertos apueste también por la cuchara de postre de mango largo para que esta no se hunda en el helado.
Calidad hasta en los más pequeños detalles
Villeroy & Boch es igual de exigente con los cuencos más pequeños que con los bajoplatos o las fuentes de servir más grandes. Los distintos cuencos de postre se fabrican en porcelana fina de blanco resplandeciente o en porcelana fina de huesos de ligero brillo empleando los métodos de producción más modernos. Ambos tipos se caracterizan por su resistencia a los golpes y su estabilidad de los bordes especialmente altas. Para proteger las decoraciones pintadas en parte a mano, cada uno de los cuencos está recubierto con un esmalte sin plomo. Las elegantes aplicaciones de metales nobles se sellan también con un revestimiento líquido para que no pierdan el brillo. Para poder garantizarle siempre un acabado perfecto, cada cuenco se revisa a fondo antes de que abandone nuestras fábricas.
También para patatas y compota
Los cuencos de postre más grandes de Villeroy & Boch son idóneos también como cuenco de guarnición para las patatas al toque de romero o un aromático arroz amarillo. Si no tiene muchos invitados a la mesa, se puede emplear también como ensaladera acompañado de aceite de oliva, vinagre balsámico, sal marina y pimienta fresca. En especial junto con los platos asiáticos puede ofrecer a sus invitados condimentos como sambal, kecap o wasabi en uno de los cuenquitos de determinadas colecciones. Los pigmentos colorantes, que en ocasiones son muy intensos, no se adhieren al esmalte liso, lo que permite limpiarlos sin problema en el lavavajillas. Así podrá disfrutar con calma del café tras la comida junto con sus invitados.