Té con leche
La cuestión del «té con leche» genera una gran controversia: muchos aficionados al té juran tomarlo siempre solo, es decir, sin leche ni nata. Por el contrario, otros —y no solo los británicos— prefieren añadirle algo de leche, sobre todo al té negro, a pesar de que pueda anular los beneficios de algunos de sus componentes.
En nuestra opinión, cada uno debería tomar el té como más le guste, ya sea con leche, con nata, con azúcar o edulcorante, con un chorrito de zumo de limón o simplemente solo. No obstante, o precisamente por ello, hemos dedicado este artículo al polémico toma del té con leche. En él, abordamos aspectos históricos y gustativos y compartimos recomendaciones sobre las clases de té que se pueden (o no) mezclar con leche.
¿Por qué se toma el té con leche?
Existen varias respuestas a esta pregunta, por ejemplo, para proteger la porcelana o para elaborar una bebida caliente con un sabor delicioso utilizando menos cantidad de hojas del té, un ingrediente muy valioso. Sin embargo, lo más probable es que, como ocurre con el café, muchas personas lo beban con leche simplemente porque les gusta así.
¿Te preguntas por qué en Reino Unido se bebe el té con leche? Probablemente por el mismo motivo, si bien los británicos son aún más particulares en cuanto al sabor, ya que se dividen en dos facciones: la que echa primero la leche (milk in first o MIF) y la que echa primero el té (tea in first o TIF). No estamos seguros de si realmente existe una diferencia notable, pero los británicos suelen disfrutar discutiendo acaloradamente sobre cuál es la secuencia correcta.
¿Es sano el té negro con leche?
Los cardiólogos del hospital universitario Charité de Berlín determinaron en un estudio que añadir leche al té negro anula sus propiedades benéficas: el té contiene unos compuestos llamados taninos que, además de proporcionarle un sabor ligeramente amargo, son antioxidantes y previenen la arteriosclerosis al ensanchar las arterias. Aparentemente, la proteína de la leche —la caseína— anula estos beneficios, puesto que se combina con los taninos neutralizando sus efectos positivos para la salud. No obstante, hay otros estudios que señalan que la leche solo retrasa la absorción de los taninos, es decir, que hace que el organismo tarde más en metabolizarlos.
Así pues, si bebes té negro principal o exclusivamente por sus beneficios para la salud, deberías plantearte prescindir de la leche o la nata. En cambio, si bebes té solo porque gusta, continúa añadiéndole toda la leche o nata que quieras.
Consejos de preparación
No importa si primero pones la leche en la taza y luego le añades el té ya infusionado o viceversa: es cuestión de gustos. Eso sí, la British Standards Institution (BSI) recomienda infusionar el té entre tres y cinco minutos y luego echarlo directamente en la taza o en una tetera.
Por el contrario, en la ceremonia del té que se practica en la región alemana de Frisia Oriental se introduce primero azúcar candi blanco en la taza, luego té caliente y, a continuación, una nube de nata en movimientos circulares, porque los frisones no remueven jamás.
Te recomendamos utilizar leche fresca con un porcentaje de grasa de 1,5 % o 3,5 % y calentarla a temperatura ambiente antes de mezclarla con el té. Para ello, es ideal una lechera pequeña con capacidad suficiente para una tetera entera.
Deja infusionar el té entre dos y cinco minutos, en función del sabor y la variedad, y cuando esté listo viértelo en una tetera de cristal o porcelana limpia, previamente templada con agua caliente. También puedes usar un filtro de té para retirar las hojas cuando hayan infusionado. Recuerda que, cuanto más tiempo infusione el té, más intenso será su sabor y más taninos se liberarán.
¿Qué clases de té pueden mezclarse con leche?
En principio, puedes tomar con leche cualquier clase de té negro sin aromatizar para potenciar su sabor. También puedes acompañar el té verde con leche: un ejemplo es el Chai Latte, que además está enriquecido con otras especias y sabores.
En el caso de los tés aromatizados y los tés de frutas, debes tener cuidado y comprobar en el envase si el fabricante recomienda tomarlo con leche. Esto se debe a que muchos sabores pueden cambiar al combinarse con la leche. Y los ácidos que contienen los tés de frutas incluso llegan a formar grumos. Una excepción es el té negro aromatizado Earl Grey, que a menudo se toma a la hora del té en Reino Unido, preferiblemente con leche.
Té con leche: clases de té adecuadas
- Assam
- Ceilán
- Chai
- Earl Grey
- Rooibos y Honeybush
¿Está bueno el té con leche?
Lo cierto es que añadir leche al té cambia su sabor. El té negro más intenso, en particular, pierde sus matices más agresivos y adquiere un sabor más equilibrado y suave. Ahora bien, esto no quiere decir que el té solo no esté bueno o no sepa tan bien sin leche; en los países árabes, por ejemplo, es tradicional beber té negro fuerte, con mucho azúcar y sin leche desde hace miles de años.
¿Nuestra recomendación? Pruébalo de las dos formas. Comprueba si te gusta solo y cómo cambia el sabor al añadirle algo de leche. Esto te permitirá determinar tus preferencias y tal vez, en el futuro, solo tomes determinadas clases de té con leche y prefieras disfrutar de las demás sin ella.
¿A qué hora se toma el té en Reino Unido?
La clásica hora del té o tea time suele celebrarse en Reino Unido entre las cuatro y las cinco de la tarde, si bien allí suele llamarse afternoon tea o low tea (ya que el té solía beberse tradicionalmente en un salón y servirse en una mesa baja). Para un auténtico británico, todo el día es tea time.