Té o café
¿Es más saludable el té o el café?
La mesa del café está puesta y tus invitados esperan expectantes a que hagas la gran pregunta: «¿Té o café?». Este suele ser el comienzo de una animada conversación sobre las ventajas e inconvenientes de cada una de estas bebidas calientes. Pero, ¿es más saludable el té o el café?
Comparativa de componentes
Los efectos del té y el café en el cuerpo humano son complejos, ya que intervienen distintas sustancias. Los más cafeteros confían ciegamente en los poderes de la cafeína, un alcaloide con efectos estimulante. Los científicos han descubierto que la cafeína ejerce cierta acción preventiva contra el Alzheimer y la demencia. Estabiliza la barrera hematoencefálica, que puede resultar dañada por el colesterol.
La cafeína no solo se encuentra en el café, sino también en el té. Un grano de café contiene una media de un 2 % de cafeína, mientras que una hoja de té contiene entre un 1 y un 5 %. La cantidad de cafeína que contiene cada bebida depende también de su preparación. Para preparar café se necesita una mayor cantidad de granos de café. En cambio, para hacer un té se requieren relativamente pocas hojas. Por eso el café tiene un mayor contenido de cafeína.
100 mililitros de café elaborado a mano contienen de 40 a 66 miligramos de cafeína.
Algunas variedades populares, como el latte macchiato o el capuchino contienen más o menos la mitad. El expreso es el que presenta una mayor concentración de cafeína: aproximadamente el doble que un café de filtro elaborado a mano. El contenido de cafeína de un té es significativamente inferior, entre 20 y 50 miligramos por 100 mililitros, aproximadamente.
La cafeína del actúa más rápido, mientras que el efecto que produce la del té es más duradero. El alcaloide del té está ligado a los taninos y, por lo tanto, el cuerpo lo absorbe más lentamente.
El té también contiene otras sustancias que pueden tener un efecto positivo en la salud: el flúor, por ejemplo, protege los dientes. El té verde contiene sustancias vegetales secundarias que pueden reducir el riesgo de padecer cáncer y enfermedades vasculares, disminuir la presión arterial e inhibir la inflamación. Entonces, ¿es más saludable el té o el café? En resumen, cada una de estas bebidas tiene unos beneficios específicos sobre nuestro cuerpo.
La forma más sana de prepararlos
La forma en que se preparen el té y el café también influye en sus beneficios para la salud. Para que el té desarrolle su efecto preventivo contra el cáncer y las enfermedades vasculares, debe tomarse sin leche. La leche contiene caseína, una molécula que impide que el cuerpo asimile las propiedades curativas del té.
También influye el tiempo que dejemos reposar el té. Si las hojas permanecen poco tiempo en el agua, se disuelven menos taninos. Sin los taninos, la cafeína se absorbe más rápidamente y el té tiene un efecto más estimulante.
En cambio, si el té se deja reposar más tiempo, su efecto suele ser calmante. Como el té negro contiene menos taninos que el té verde, funciona mejor como estimulante.
La forma más saludable de preparar el café es a mano. En una cafetera automática, el agua pasa a través de los granos de café a una presión y una temperatura muy altas. Esto pueden disolver sustancias amargas, ácidos y alcaloides. Si el café se prepara a mano, estas sustancias permanecen en el grano y el café se tolera mejor.
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