Tarros y almacenamiento de té
Ya sea caliente o frío, té negro, té verde, a granel o en bolsita, aromatizado o totalmente natural: el té ofrece una incomparable variedad de sabores. Puede tener efectos estimulantes o tranquilizantes y es una bebida que invita como apenas otra a disfrutar del momento, tranquilizarse y relajarse.
En el siguiente artículo hemos recopilado algunos consejos importantes para almacenar correctamente el té y así conservar y proteger sus aromas de la mejor manera posible. También descubrirás durante cuánto tiempo y en qué condiciones se pueden conservar las diferentes variedades de té, qué recipientes son los más indicados para ello y a qué debe prestar especial atención —según la variedad de té— para poder disfrutar plenamente de cada taza.
El lugar de almacenamiento adecuado
Elige un lugar sin exposición directa al sol y lejos de otras fuentes de calor como radiadores o equipos eléctricos. El emplazamiento ideal debe encontrarse a una temperatura ambiente de unos 19 °C.
¿Cuánto tiempo puede conservarse el té?
Las diferentes variedades de té no se distinguen solo por su sabor, sino también por su durabilidad. Si todavía no se ha abierto el paquete original, en principio puedes guardar el té negro hasta 3 años, también puedes guardarlo tanto tiempo si lo almacenas correctamente una vez abierto, es decir, en un recipiente estanco al aire y a la luz y a una temperatura moderada.
Conservación de tés de hierbas y frutas
En sentido estricto, los tés de hierbas y frutas no son tés de verdad (el té se obtiene de las hojas de la planta del té), sino infusiones. De ahí que estas bebidas calientes no contengan sustancias excitantes como la cafeína o la teína y que los tés de hierbas y de frutas resulten excelentes para calmar la sed de los niños. Además, los tés de frutas tienen una amplia variedad de aromas, dependiendo de las frutas y los demás ingredientes empleados.
Los tés de hierbas como, por ejemplo, la manzanilla, la menta o la salvia, suelen tomarse para combatir síntomas de enfermedades, ya que contienen aceites esenciales que, según la hierba, son antipiréticos, expectorantes o relajantes. Sin embargo, cada vez hay más personas que disfrutan bebiendo tés de hierbas por puro placer y que utilizan otras hierbas además de las populares plantas medicinales.
Tanto si se trata de un té de hierbas como de un té de frutas, deberías guardar estas variedades igual que el té «auténtico»: estancas, secas y en un lugar fresco, para que conserven el máximo tiempo posible sus aromas y componentes saludables.
El té pu-erh y el llamado té blanco necesitan respirar, por lo que no deben guardarse en un recipiente hermético como otras clases de té. Por el contrario, los tés de frutas y los tés aromatizados deben conservarse en un recipiente estanco siempre que sea posible y, aun así, no suelen durar más de dos años.
Cuidado con las polillas en los tés de frutas
Las polillas de los alimentos no solo son molestas sino que, una vez han hecho nido en la cocina o la despensa, pueden llegar a reproducirse de forma incontrolada. Y es que el ser humano les proporciona las condiciones ideales para ello, además de que son muy flexibles en lo que respecta a su alimentación. Así, aunque las polillas de los alimentos no se alimentan de té (no importa que sea negro, verde o blanco), los tés de frutas —en particular las variedades que contienen trozos de fruta secos o frescos— son nutritivos y atractivos para las polillas. Por este motivo, para almacenar y conservar tés de frutas, deberías utilizar botes o tarros de cristal que cierren bien y dejarlos abiertos en la cocina el menor tiempo posible. De este modo, a las polillas de los alimentos les resultará mucho más difícil anidar y disfrutarás durante más tiempo de sus deliciosos tés de frutas.