Servir y guarnecer los platos

Servir correctamente la comida puede influir muy positivamente en la experiencia gastronómica, ya que unos platos bien presentados despiertan el apetito y las ganas de comer. A continuación, encontrarás valiosos consejos para servir tus recetas de una forma muy atractiva.

Una comida presentada con ingenio convierte los momentos a la mesa en una experiencia de placer para los sentidos. Unos platos decorados con encanto nos llevan a comer también con la mirada, estimulando el apetito y suscitando el interés de los comensales. Para servir los platos como un profesional, es preciso tener en cuenta algunos aspectos básicos: el orden y el equilibrio de los alimentos es esencial en este sentido. Los consejos de los expertos revelan que, en realidad, es posible presentar la comida con impacto usando sólo unos simples trucos.

Encuentra la medida correcta para que los platos no resulten sobrecargados ni tampoco parezcan vacíos. Para presentar la comida de forma estética, coloca por ejemplo los componentes de forma superpuesta sobre la superficie. Así, tus recetas adquieren una forma estructurada, como si se tratase de una hamburguesa. El borde exterior del plato debe quedar libre para no resultar excesivo, dejando espacio también para atractivos adornos.

También puedes jugar con las texturas. Las espumas y las salsas son una forma muy sencilla de añadir atractivo visual. Para añadir contrastes de texturas, puedes prestar atención a los colores. No es necesario acudir en este caso a ingredientes artificiales, sino que puedes aprovechar el colorido natural de ingredientes como patatas, zanahorias y ensaladas. Unos colores vivos realzan el aspecto de la comida de manera ingeniosa, adquiriendo un aspecto fascinante.

Si deseas presentar tus platos como un profesional, debes prestar atención siempre a los aspectos prácticos. Por ejemplo, la vajilla seleccionada no sólo debe resultar atractiva por sí misma, también ha de realzar la comida. Procura además que la vajilla esté correctamente ordenada. Una cubertería bien organizada, por otro lado, refuerza con estilo la imagen de conjunto. Por ejemplo, si se trata de un menú de varios platos, el sistema a seguir es muy sencillo: los tenedores se colocan a la izquierda y el cuchillo y la cuchara, a la derecha de cada plato. Del mismo modo, ordena los cubiertos desde fuera hacia adentro en el orden de servicio.

Decora de forma ingeniosa cada plato con hierbas y otros adornos. Los caminos de mesa, manteles y servilletas ayudan a recrear un concepto de mesa equilibrado sobre la mesa. Conjunta los elementos decorativos prestando atención al color para realzar con estilo la vajilla. Con una decoración atractiva y agradable, el buen ambiente alrededor de la mesa quedará garantizado.

Puedes poner el último toque con toppings variados que aporten contraste sobre los platos. Escoge, por ejemplo, hierbas frescas, flores comestibles, o incluso frutos secos rallados o completos. En el caso de las sopas, unas hierbas frescas, croutons o nata son la guinda del pastel. Para la carne asada, los anillos de cebolla son una gran decoración y, en el caso del pescado, el perejil fresco es un clásico que nunca pasa de moda. Las salsas deben usarse con mesura, y preferiblemente en bonitos recipientes adicionales de los que se puedan servir los comensales.

Pregúntate cómo decorar el conjunto de forma ingeniosa. Tal vez un jarrón con flores añada una elegante nota a la mesa en momentos como la primavera. En días de verano, es una gran idea un buffet frío con limón fresco o bayas de acompañamiento. Para otoño, en cambio, las calabaza y manzanas son un gran complemento, mientras que en invierno, las especias navideñas, la canela y las naranjas son la guinda sobre la mesa.