Cremosa espuma de leche en una taza pequeña abombada: tiene que ser un capuchino. Falso: ¡esta aromática bebida caliente puede ser también un Flat White! ¿Pero qué es entonces un Flat White y en qué se diferencia del capuchino?
El Flat White es una especialidad cafetera que, a primera vista, podría confundirse fácilmente con un capuchino. El café se corona con una fina espuma de leche que se sirve en la misma taza. Con frecuencia se adorna con el delicado «arte del latte»: pequeños motivos artísticos creados con la espuma de la leche. Pero no se trata en absoluto de una misma bebida con dos nombres diferentes.
El Flat White se distingue del capuchino sobre todo en los siguientes aspectos:
• Aroma más intenso: un Flat White se prepara con más café molido. Por lo tanto, tiene un sabor más intenso y potente que el capuchino.
• Menos capas: mientras que un auténtico capuchino se compone de tres capas, el Flat White tiene solo dos.
• Capa de espuma lisa: la capa de espuma en el Flat White es menos generosa que en el caso del capuchino. La espuma de leche llega exactamente hasta el borde
de la taza.
• Capa de espuma más fina: si bien el Flat White también se sirve con espuma de leche, esta es de poro más fino y más líquida. Por su parte, la corona de espuma de leche
del capuchino está más aireada y es más rígida.
Gracias a la especial combinación de aroma intenso y una espuma fina y cremosa, el Flat White le ofrece una particular simbiosis de aroma a café y a leche.
El Flat White es una especialidad cafetera que, a primera vista, podría confundirse fácilmente con un capuchino. El café se corona con una fina espuma de leche que se sirve en la misma taza. Con frecuencia se adorna con el delicado «arte del latte»: pequeños motivos artísticos creados con la espuma de la leche. Pero no se trata en absoluto de una misma bebida con dos nombres diferentes.
El Flat White se distingue del capuchino sobre todo en los siguientes aspectos:
• Aroma más intenso: un Flat White se prepara con
más café molido. Por lo tanto, tiene un sabor más
intenso y potente que el capuchino.
• Menos capas: mientras que un auténtico
capuchino se compone de tres capas, el
Flat White tiene solo dos.
• Capa de espuma lisa: la capa de espuma en el
Flat White es menos generosa que en el caso del
capuchino. La espuma de leche llega exactamente hasta
el borde de la taza.
• Capa de espuma más fina: si bien el Flat
White también se sirve con espuma de leche, esta es
de poro más fino y más líquida. Por su parte, la corona de espuma de leche
del capuchino está más aireada y es más rígida.
Gracias a la especial combinación de aroma intenso y una espuma fina y cremosa, el Flat White le ofrece una particular simbiosis de aroma a café y a leche.
Los ingredientes del Flat White y del capuchino son idénticos. Ambos se preparan con café y leche. Lo que les distingue es la forma de preparación. Mientras que el capuchino se prepara con un expreso y leche, el tradicional Flat White se basa en un ristretto doble. El ristretto es un expreso corto, preparado con la misma cantidad de café pero con menos agua. De este modo se obtiene el sabor intenso del Flat White.
Un Flat White se puede preparar con una máquina de expreso con boquilla para espumar la leche o con una cafetera automática. Primero se prepara un ristretto doble. Si prefiere el café menos fuerte, también puede preparar un expreso doble o un ristretto normal.
A continuación se prepara la espuma de leche con poco aire. Así se consigue una consistencia más bien líquida con los poros de la espuma muy finos. Esta espuma se llama también microespuma. Por cierto, la misma microespuma se utiliza también para el capuchino: es la segunda de las tres capas, que queda cubierta por un capuchino aireado. El Flat White solo tiene dos capas, ya que no tiene la capa superior de espuma rígida del capuchino.
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Los ingredientes del Flat White y del capuchino son idénticos. Ambos se preparan con café y leche. Lo que les distingue es la forma de preparación. Mientras que el capuchino se prepara con un expreso y leche, el tradicional Flat White se basa en un ristretto doble. El ristretto es un expreso corto, preparado con la misma cantidad de café pero con menos agua. De este modo se obtiene el sabor intenso del Flat White.
Un Flat White se puede preparar con una máquina de expreso con boquilla para espumar la leche o con una cafetera automática. Primero se prepara un ristretto doble. Si prefiere el café menos fuerte, también puede preparar un expreso doble o un ristretto normal.
A continuación se prepara la espuma de leche con poco aire. Así se consigue una consistencia más bien líquida con los poros de la espuma muy finos. Esta espuma se llama también microespuma. Por cierto, la misma microespuma se utiliza también para el capuchino: es la segunda de las tres capas, que queda cubierta por un capuchino aireado. El Flat White solo tiene dos capas, ya que no tiene la capa superior de espuma rígida del capuchino.
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Para obtener una espuma de leche perfecta se utilizan aproximadamente 130 ml de leche entera fresca con un porcentaje de grasa del 3,5 %. La manera más fácil de prepararla es hacerlo en una cafetera automática con boquilla de vapor, como la que tienen algunas cafeteras expreso o automáticas domésticas. Para la preparación, introduzca la leche en una jarra y luego la boquilla de vapor en la leche entre uno y dos cm.
La boquilla no debe activarse durante demasiado tiempo. El ruido de chisporroteo solo debe oírse brevemente para que la espuma de leche no coja demasiado aire y, por lo tanto, demasiado volumen. La leche puede incorporarse al café cuando alcanza unos 65º. Es importante inclinar ligeramente la jarra de leche durante el proceso, para que la leche y la espuma se mezclen bien. Luego solo hay que verter cuidadosamente la espuma de leche sobre el café expreso. Al verterla, se debe sujetar la jarra cerca del borde de la taza. A continuación, ya puede reclinarse y disfrutar.
Para obtener una espuma de leche perfecta se utilizan aproximadamente 130 ml de leche entera fresca con un porcentaje de grasa del 3,5 %. La manera más fácil de prepararla es hacerlo en una cafetera automática con boquilla de vapor, como la que tienen algunas cafeteras expreso o automáticas domésticas. Para la preparación, introduzca la leche en una jarra y luego la boquilla de vapor en la leche entre uno y dos cm.
La boquilla no debe activarse durante demasiado tiempo. El ruido de chisporroteo solo debe oírse brevemente para que la espuma de leche no coja demasiado aire y, por lo tanto, demasiado volumen. La leche puede incorporarse al café cuando alcanza unos 65º. Es importante inclinar ligeramente la jarra de leche durante el proceso, para que la leche y la espuma se mezclen bien. Luego solo hay que verter cuidadosamente la espuma de leche sobre el café expreso. Al verterla, se debe sujetar la jarra cerca del borde
de la taza. A continuación, ya puede reclinarse
y disfrutar.
El capuchino y el Flat White no se diferencian solo en la preparación, sino también en su origen. Podría decirse que el Flat White surgió a partir de un capuchino fallido. Mientras que sabemos muy bien que el capuchino procede de la bella Italia, el Flat White tiene su origen en Australia. Después de la Segunda Guerra Mundial, los italianos que emigraron a Australia echaban mucho de menos su cultura del café.
Por su parte, los británicos que también vivían en Australia no estaban demasiado versados en el arte de la preparación del café. Preparaban el capuchino rápidamente, igual que el té con leche. Podemos suponer que, en un principio, los italianos no quedaron demasiado contentos con esta versión cafetera. Sin embargo, el Flat White fue mejorando con el tiempo. En la actualidad, los australianos se sienten orgullosos de su bebida, cada vez más apreciada en todo el mundo.
El capuchino y el Flat White no se diferencian solo en la preparación, sino también en su origen. Podría decirse que el Flat White surgió a partir de un capuchino fallido. Mientras que sabemos muy bien que el capuchino procede de la bella Italia, el Flat White tiene su origen en Australia. Después de la Segunda Guerra Mundial, los italianos que emigraron a Australia echaban mucho de menos su cultura del café.
Por su parte, los británicos que también vivían en Australia no estaban demasiado versados en el arte de la preparación del café. Preparaban el capuchino rápidamente, igual que el té con leche. Podemos suponer que, en un principio, los italianos no quedaron demasiado contentos con esta versión cafetera. Sin embargo, el Flat White fue mejorando con el tiempo. En la actualidad, los australianos se sienten orgullosos de su bebida, cada vez más apreciada en todo el mundo.