La cocina como templo gastronómico

El otoño.

Cuando los días comienzan a ser más cortos, anochece más temprano y amanece más tarde, y la fuerza del sol disminuye considerablemente, entonces nos damos cuenta: el verano nos ha dicho adiós y ha dejado su espacio al otoño.

En este momento es cuando rebrota el espíritu gastronómico, ya que por fin se vuelven a cocinar platos contundentes y la cocina se inunda con sabrosos olores.
Las aves migratorias se preparan para su partida hacia zonas más cálidas y algunos mamíferos para la inminente hibernación. Pero nosotros nos reactivamos, ya que en la cocina vuelve a haber mucho que hacer.
Celebramos la época de las calabazas y las fiestas de la cosecha, disfrutamos de sabrosas setas con caza y nos volvemos a reunir en torno a la mesa de la cocina.

Miramos cómo la abuela corta ciruelas para un pastel en el fregadero, hace puré de manzana para una rica compota y lava membrillos para hacer licor.
Para preparar la comida, llenamos la pila del fregadero de cerámica con agua fría y lavamos las hojas de la lechuga. Mientras tanto, podemos sazonar la carne sobre el escurridor, ya que la cerámica no absorbe ningún olor ni tampoco los aporta. También podemos depositar la cazuela caliente sin ningún problema sobre el escurridor mientras descongelamos productos en la pila, ya que el fregadero de cerámica es resistente al frío y al calor.
Pero el licor no es el único elemento que nos hace entrar en calor, sino que en esta época comenzamos a preparar las primeras sopas. En la época de otoño, las recetas de sopa de calabaza son especialmente populares. Aquí les presentamos nuestra sugerencia para una acogedora y cálida tarde de otoño:

Sopa de calabaza asiática

Ingredientes:

Para 2 raciones
600 g de pulpa de calabaza
20 g de jengibre
2 dientes de ajo
2 cebollas
1 cucharada de aceite
1 l de caldo de verdura
Sal
Pimienta
Chile seco
2 cucharaditas de zumo de lima
1 cucharada de semillas de sésamo
1-2 cucharadas de perejil picado

La cocina como templo gastronómico – en otoño

Preparación:

1. Cortar la carne de la calabaza en trozos generosos. Pelar el jengibre y picarlo finamente. Triturar los dientes de ajo. Picar finamente la cebolla.
2. Calentar 1 cucharada de aceite en una cazuela, añadir los ingredientes que hemos preparado y rehogar durante 5 minutos a fuego medio removiendo de vez en cuando. Añadir el caldo de verduras y llevar a ebullición.
3. Dejar cocer durante 20 min., pasar por el pasapuré y por un colador para que quede fino. Sazonar con sal, pimienta, un poco de chile picante y zumo de lima. Tostar las semillas de sésamo en una sartén sin engrasar.
4. Espolvorear la sopa con sésamo y perejil.